Empezó a crear de siempre, aunque todos sus escritos se los quedara bien guardados para ella sola. Dice que durante su juventud estuvo más centrada en lo académico (es profesora de historia, licenciada en humanidades) pero que la pasión por el mundo literario no la abandonó nunca.
Es idealista y apasionada, muy creativa y decidida. Siempre tiene la necesidad de seguir descubriendo, investigando, conociendo. Ella misma se describe como una ameba, una esponja que absorbe todo lo que lee.
Hace 11 años comenzó a coordinar los grupos de lectura en: Alcolea, Belver, Monzón, Candasnos, Oso y Albalate. Los grupos de Fraga y Ballobar fueron los pioneros entre el Cinca Medio y el Bajo Cinca. Mantiene buenas relaciones con los cordinadores de otros club de lectura de la provincia.
Se crea una especie de familia, se tienen conversaciones íntimas,
desnudas, muy personales.
Compartir la lectura de un libro, de cualquier libro, conduce a la vida...
te arrastra al interior de cada uno.
Es difícil conocer tanto a alguien en otros ámbitos.
La actividad con estos grupos de lectura le permitió abrirse, soltarse poco a poco...
sacar del cajón secreto sus escritos... salir de su zona de confort... de su armario.
En sus textos se refleja ese salto al vacío sin red... y enlazan su afición de escritora con su profesión de historiadora.
Con un amigo se presentó a un concurso, en la biblioteca de Andorra (Teruel), y lo ganó.
A partir de ahí se animó y quiso asistir al Encuentro de Escritoras Aragonesas Brioleta,
en Yésero. Allí conoció a los fundadores de Pregunta Ediciones, el buen ambiente del encuentro les permitió decidir comenzar su actividad editorial con la primera obra de Chusa Garcés.
El año pasado participó, otra vez, en Brioleta pero en esta ocasión como autora, presentando su libro Las pérdidas rojas.
Está metida en el mundillo del teatro y, de vez en cuando, le gusta hacer de cuentacuentos, así pretende ir formando lectores desde la base.
Por su trayectoria en la gestión cultural y por las diferentes colaboraciones con el Ayuntamiento de Monzón, desde la Institución Ferial se le propuso ser codirectora en la Feria del Libro Aragonés. Ella aceptó encantada y quiere dejar claro que es una colaboración altruista, es un cargo honorífico.
Se colabora por la difusión de la cultura,
lo importante es conseguir que la gente lea.
La retribución es muy personal porque a cada uno le enriquece sus propias experiencias, el contacto con otros autores, el mundo editorial, las cenas literarias...
El equipo humano que se formó es impresionante,
somos amigos y nos reímos mucho en las reuniones.
Se reparte el trabajo, intentamos que todo sea muy colaborativo,
compartimos las lluvias de ideas, las propuestas se consensúan...
En cada edición de la feria hay que innovar,
que no sea una repetición de otros años.
Este año, dentro del marco de la Feria del Libro Aragonés, ha conseguido que se organice el Primer Encuentro de Grupos de Lectura de la Provincia de Huesca, durante toda la jornada del sábado, día 7 de diciembre, con comida de hermandad incluida.
Chusa tiene muy claros los objetivos que se plantea para esta edición: tenemos que trabajar más la difusión, debemos intentar acercar más la feria al público y mejorar algunos aspectos organizativos.
Guarda muy buenos recuerdos de la edición pasada pero, sin duda alguna, el momento más emotivo fue cuando sus alumnos le hicieron entrega de un ramo de flores al finalizar la presentación de su libro. Se sintió súper arropada por sus amigos, por el grupo de lectura de Monzón, por sus conocidos... Agradece la presencia de cada uno de ellos porque en esos momentos es cuando más se aprecia el valor de la amistad.
Que sepan que están todos invitados a la presentación de su segundo libro.
